jueves, 13 de diciembre de 2012

Parte IVa. La Rebelión en 1930 de los paleontólogos de la calle Perú.

Hugo P. Castello.1992 MACN:en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara"

Categorías, y salarios  de los firmaron la petición al Ministro Padilla contra el Director M. Doello Jurado y como continuaron su vida profesional.


La revolución militar del 6 de septiembre de 1930 contra el presidente Hipólito Irigoyen contó con el apoyo de la prensa, de la clase alta, el ejército, los políticos conservadores y de parte de la clase media que dejó de respaldarlo tras la depresión y crisis económica mundial que afectó también a nuestro país. 
En el curso del golpe de estado, turbas de manifestantes ingresaron a la casa de Yrigoyen para saquearla. Hubo cierto apoyo popular y también entre el estudiantado universitario.
Eso puede haber llevado a que los "rebeldes" del Museo creyeran que sus reclamos iban a ser escuchados por las nuevas autoridades y que los vínculos previos del Director del Museo, Prof .Martín Doello Jurado, con los presidentes radicales Marcelo Torcuato de Alvear (1922-1928)  e Hipólito Yrigoyen (1928-1930), podían ayudar a defenestrarlo.
Doello Jurado habría contado durante la crisis con el apoyo del ex-Ministro de Instrucción Pública del gobierno de Alvear, Amtonio Sagarna, quien participaba de cuanto homenaje de hiciera en la sede del Museo, y también del General Justo, que sucedió al General Uriburu. El General Justo  fue luego presidente de la Nación (1932-1938). 
Tanto Sagarna como Justo eran coprovincianos y condiscípulos de Doello Jurado. Otra figura que terció a favor de Doello Jurado fue el ex Director del museo, Dr. Ángel Gallardo. (Parodiz &Balech, 1992).

Los firmantes de la petición al Ministro Padilla constituían en ese momento una parte considerable de la plana mayor de empleados estables del Museo Nacional junto con la totalidad de los integrantes de la Sección Geología y Paleontología, los cuales eran pagos con los fondos  supernumerarios. También firmaron algunos adscriptos honorarios y artistas.


El Dr. Roberto Raúl Dabbene (1865-1938),que era el único Doctor en Cs. Naturales del MACN y la máxima jerarquía científica del Museo, firmó la petición junto con los paleontólogos "rebeldes", quien según Parodiz y Balech (1992) fue "perdonado" por Doello Jurado.

El ornitólogo Dr. Roberto Dabbene, revistaba como Jefe de Zoología General, con un salario de $ 475 y era el único universitario con título de Doctorado en Ciencias Naturales, graduado en Italia. Había sido socio fundador de la Sociedad Ornitológica del Plata junto con Doello Jurado.

Según Parodiz y Balech (1992) , Dabbene firmó la petición junto con De Carles, con reticencia, algo que resulta difícil de creer.

El arqueólogo y arquitecto  Héctor Greslebin sentado junto a sus colegas en la Sala de Paleontología del recién inaugurado edificio del Museo, segundo a la izquierda con las manos cruzadas. El Dr. R. R. Dabbene: sentado 2o. a la izq., el Prof. M. Doello Jurado: con el sombrero en la falta, al medio, y a la derecha del director: el Secretario Pedro Serié. Parado y en 3a. fila  el ictiólogo, Aurelio Pozzi. Sentado y primero a la izquierda, en 2a. fila: Alberto da Fonseca, escultor, que acompañó a G. G. Simpson a la Patagonia (Foto A.H.MACN).

Héctor Greslebin, famoso arquitecto y arqueólogo que entre otros temas se dedicó a estudiar los túneles que corren por debajo de la ciudad de Buenos Aires. Era el Conservador de Arqueología, con un salario $ 342.

Enrique de Carles (¿1861?-1934). Naturalista viajero, con un salario de $ 340, ocupaba en 1924 un cargo idéntico en remuneración al del director Doello Jurado. Según algunos autores De Carles era considerado un comerciante catalán de historia natural y naturalista viajero. Se hizo conocido  organizando muestras de minerales argentinos y popularizando la enseñanza de la mineralogía a nivel escolar
Cándido Villalobos Domínguez, dibujante, salario $ 308.

Lucas Kraglievich, Ayudante de Paleontología, pago con fondos supernumerarios, salario $ 247.

Lorenzo J. Parodi, preparador de Paleontología, salario $ 61.75.

Carlos Rusconi, paleontólogo honorario.
El Huemul, acuarela de Magne de la Croix en el libro "Fauna de Mamíferos" de R. Parodi, 1937.

P. Magne de la Croix, (pintor de mamíferos), ocasionalmente recibía algún honorario por sus acuarelas de mamíferos y fósiles (2).
Enrique Deautier y Alfredo Steulllet eran Adscriptos honorarios a Ornitología del Museo, y habían publicado trabajos  sobre su especialidad.
Alfredo Castellanos, era un adscripto a la sección Paleontología y ocasionalmente cobró algunos fondos por realizar trabajos científicos en la Sección de Paleontología en 1925.

La diáspora de los paleontólogos en los años siguientes a 1930

El destino de los firmantes de la petición
Lucas Kraglievich,  junto con Julio Parodi, Julio Lorenzo Parodi, Alfredo Castellanos y Carlos Rusconi, habían formado parte de una nueva generación que trabajó en el museo hasta 1930 y habían recibido de Carlos Ameghino el legado de su hermano Florentino.
Al fracasar la petición en 1930 ya que no se abrió sumario alguno en contra del director, el Prof. Martín Doello Jurado continuó en su cargo, los firmantes presentaron una renuncia colectiva y tomaron distintos rumbos. Este grupo se desmembró y cada uno siguió caminos separados. Lorenzo Parodi fue el único exonerado.
Los primeros tres que se mencionan mas abajo fallecieron entre los dos y cuatro años de ocurrrida la "rebelión".

Lucas Kraglievich (1886-1932)heredero de la tradición ameghiniana, renunció y eligió el camino del destierro radicándose  en Montevideo, República Oriental del Uruguay, posiblemente en 1931, y trabajó ahí durante dos años, retornó muy enfermo al país y falleció el 13/3/1932. Un listado de sus trabajos publicados en paleontología fue publicado en 1934. 
Lucas Kraglievich, su esposa y su hijo Jorge, quien luego trabajaría también en el MACN en colaboración con el Dr. Osvaldo Reig. (Foto cortesía del Dr. Carlos Quintana, Mar del Plata).

Lorenzo Parodi (1857-1932), había trabajado desde el 1/3/1913 al 31/12/1930 realizando “trabajos especiales”, por sus excavaciones en Miramar y otros trabajos en la sección Paleontología. Era iletrado y su manejo del idioma español bastante precario. Consecuentemente, la correspondencia dirigida a su nombre le era leída por su hijo Lorenzo Julio. Se plegó a los denunciantes a través de una nota, pero como revestía como personal supernumerario del museo, fue dejado cesante en su puesto (Tonni et al., 1999) el 32/12/1930.
Se quedó sin salario alguno durante unos 6 meses. Al recurrir a la justicia, fue restituido por orden de un juez al museo, pero se le otorgó un cargo de Ordenanza el 1/6/1931, posteriormente ascendió el 1/9/1931 a Ayudante de 2ª. pero a los pocos meses, falleció de un paro cardiaco, el 29/2/1932. Al  respecto, Teófilo Kraglievich (1933) menciona que Lorenzo Parodi (padre)  falleció después de estos bochornosos sucesos de pena e indignación y como consecuencia de los mismos  y a la “condenable conducta de esa dirección que recompensó sus actos con la destitución en lugar de premiar sus méritos…”.

Enrique de Carles (¿1861?-1934), quien primero había sido un comerciante catalán y luego naturalista viajero del Museo, fue un fervoroso partidario de crear museos escolares. Según Parodiz fue perdonado, pero murió al poco tiempo. 

Rodolfo  C. Parodi, (1903- 2004) Había ingresado al Museo en 1920. Si bien no fue uno de los firmantes de la nota  el 29/7/1931 pidió el traslado a la Cárcel de Encausados, y posteriormente tuvo una destacada trayectoria en paleontología. En 1937 publicó su libro sobre mamíferos, magníficamente ilustrado por el artista Magne de la Croix, quien vió su entrada prohibida al MACN, despues de 1930. Parodi llegó a convertirse en la década de 1950 en Profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de Salta, y mas tarde se desempeñó como director del Museo de Ciencias Naturales del Parque San Martín (Salta). Desde 1993 se fundó el Museo regional de Ciencias Naturales, que lleva el nombre de “Profesor Rodolfo Parodi Bustos “. Falleció en el 2004  Leer: el texto de una conferencia pronunciada en 1985 en el MACN, que titulo: "Mis diez años en el Museo Bernardino Rivadavia. Carlos Ameghino: un sabio amigo " donde narra aspectos desconocidos de esa década.

Lorenzo Julio Parodi, (1890-1969)  no fue uno de los firmantes de la nota, pero evidentemente resentido por lo ocurrido, también dejó el museo. Luego de un período en que se desempeñó en el Zoológico de Buenos Aires, en 1936 ingresó en la entonces División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata, como preparador del paleontólogo, Dr. Rosendo Pascual y ascendió en 1949 a Jefe de Preparadores, cargo que mantendría hasta su muerte. Parodi era un autodidacta con un profundo conocimiento de los mamíferos fósiles, especialmente los del Cuaternario pampeano, constituyéndose en una segura fuente de conocimientos para en el novel Pascual, con una formación marcadamente geológica. Contrastando con sus extraordinarios conocimientos empíricos, la producción científica de Parodi fue escasa.

Lorenzo Julio Parodi en su lugar de trabajo en la entonces división paleontología de vertebrados del museo de La Plata (fotografía de mediados de la década de 1960).(Publicada en Ciencia Hoy, vol 11(62).

Alfredo Castellanos, hermano del conocido botánico Alberto Castellanos, ocasionalmente cobraba algún dinero por sus trabajos en la sección Paleontología del Museo.

Cuatro años después de alejarse del Museo, Castellanos publicó en 1934. “Conexiones sudamericanas en relacion con las migraciones humanas. Quid Novi?, 2, No. 6.

Si bien se graduó de médico en la Universidad Nacional de Córdoba, se volcó por entero a la paleontología y estratigrafía de los terrenos terciarios y cuaternarios de Santa Fé y de Córdoba. Posteriormente  se radicó en la ciudad de Rosario, donde creó y trabajó  en el Instituto de Fisiografía y Geología en la Facultad de Ciencias Exactas e Ingeniería de la Universidad del Litoral de Rosario. Retornó a trabajar en la Gran Barranca de Santa Cruz en Enero/Febrero de 1945. Falleció en 1973.

El Dr. Roberto Dabbene (1864-1938) , fue perdonado y continuó trabajando en el MACN. Posiblemente Doello Jurado no se atrevió a solicitar su exoneración. El gran prestigio de Dabbene , era el único universitario doctorado en el Museo, y el escándalo que hubiera ocurrido de haberlo hecho, deben haberlo frenado.

Carlos Rusconi (1898-1969) naturalista, arqueólogo, paleontólogo y geólogo,  quien a pesar de ser autodidacta había logrado su adscripción ad-honorem a la sección Paleontología del Museo Nacional de Buenos Aires desde 1919 a 1930.
Habiéndose traslado Kraglievich al Uruguay, en  1933 publicó "New Pliocene remains of diprotodont marsupials from Argentina". Jour. Mammal., 14:244-250.
El paleontólogo Carlos Rusconi (1898-1969)

En 1934, publicó - con su exclusivo esfuerzo personal - un boletín, del cual se editaron 32 números, y en julio de 1935, vio la luz en Buenos Aires la Revista Argentina de Paleontología y Antropología (Ameghinia), bajo su dirección. Desde 1937 a 1677 publicó un total de otros 13 trabajos.

Un análisis de las acusaciones contra Doello Jurado
Al leer las acusaciones realizadas en 1930 contra el director Doello Jurado se vislumbra que lo que era criticado era un estilo personalista de dirigir el museo, el cual se ha repetido a lo largo de las décadas por parte de quienes ocuparon el cargo de director y se ha prolongado hasta el presente.
Por decreto orgánico del Presidente Alvear y del Ministro Sagarna (28/12/1923) y en ocasión de cambiarse la denominación del museo a “Museo Nacional de Historia Natural Bernardino Rivadavia”, se promulgó la organización del Museo y de sus Estatutos con un total de 37 artículos y uno transitorio, que resultó ser el mas completo en su historia, el cual lamentablemente sólo se cumplió parcialmente en las décadas siguientes.
El Prof. Martín Doello Jurado reemplazó en la dirección interina a Carlos Ameghino (31/12/1923) pero no gozó de un salario para ejercer la función de director hasta el 1º. de enero de 1929, fecha en la que en el Presupuesto Nacional figuró, por vez primera, el cargo rentado de Director Nacional del Museo, pero  aparentemente no se habría realizado el correspondiente nombramiento.
Funcionó durante esos cinco años en la categoría de Director interino o “ad honorem” y gozaba de su salario como “Naturalista viajero”, que era inferior en monto al que percibía el Secretario y Habilitado,  o al del Ornitólogo R. Dabbene, lo cual no resulta  sorprendente porque a lo largo de sus 200 años de historia el Museo tuvo varios  directores interinos y períodos en el que museo funcionó sin director o con interventores, y con directores que no cobraban un extra por cumplir con esa responsabilidad. Una situación caótica que se ha prolongado hasta el presente
La falta de un Consejo Directivo del MACN constituido por los investigadores mas notables como se estila en los museos de Ciencias Naturales del H. Norte, la falta de consulta a los científicos durante  la preparación de los planos del edificio del Parque Centenario, la organización de costosos cocktails y discursos pronunciados en demasiadas ocasiones, los cargos mal remunerados, la falta de consulta previa al elaborar el proyecto anual de presupuesto y muchas otras acusaciones vertidas en la extensa nota dirigida al Ministro de Instrucción Pública, Dr. Ernesto Padilla
(27/10/1930) son creíbles, ya que  guardan una enorme semejanza con iguales acusaciones contra las autoridades del MACN en la década del 2000 al 2010.
Pareciera que no hubieran transcurrido siete décadas entre esa fecha y el presente y que las mismas situaciones se repiten.
Por otro lado es justo señalar la construcción del edificio del Parque Centenario fue un logro indiscutido de Doello Jurado, y que esta tarea tiene que haber acaparado su energía y atención  durante una buena parte de su gestión.

¿ Paleontología si o no?
El tema de si la disciplina de Paleontología debía ser la línea principal y única de investigaciones del MACN (posición aparentemente adoptada por Kraglievich)  versus el inicio de estudios de Oceanografía y otras disciplinas, es algo recurrente que hoy en día no se ha resuelto en un museo que no encuentra, aun después de 200 años de existencia, una función científica acorde con las necesidades de un país en vías de desarrollo, y que depende en realidad de la especialidad científica del director, que, durante su gestión, generalmente impulsa su disciplina científica en desmedro y por encima de todas las demás.
El MACN actual  en el 2012, al cumplir 200 años de su creación, es una institución dedicada netamente a la investigación paleontológica, tal como quedó demostrado por el hecho que el 50 % de los eventos académicos de los festejos del "bicentenario" durante el 2012 realizados a lo largo de tres días del mes de junio, estuvieron dedicados a la Paleontología, y en el hecho que la sala de Fósiles, es la exhibición, a lo largo de los años, que ha recibido las mayores inversiones para facilitar la incorporación de nuevos calcos de fósiles.
El actual Consejo Directivo del MACN electo a mediados del año 2012 entre investigadores de la Carrera del Investigador Científico del CONICET que tienen su lugar de trabajo en el museo, está integrado casi exclusivamente por paleontólogos y sólo dos de los directivos, el Director del Museo y un consejero, investigan en otros temas como aves  y ecología de invertebrados marinos, respectivamente.
El sueño de Lucas Kraglievich, se cumplió, paradójicamente, ochenta años después.

Bibliografía
Anónimo.1934. La antiguedad pliocena de les faunas de Monte Hermoso y Chapadmalal, deducidas de su comparaci6n con los que precedieron y sucedieron. Imprenta "El Siglo Ilustrado," Montevideo, pp. 1-136. (Un trabajo póstmo: páginas 1-16 dedicadas a la biografía y bibliografía del autor) .
Parodiz, J.J. y E. Balech. 1992. El Museo  Argentino de Ciencias Naturales "B. Rivadavia"... en pantuflas. Edición mimeo, Buenos Aires: 91 pp.    

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