La visita del paleontólogo George Gaylord Simpson a la
Argentina ocurrió
a lo largo de dos períodos de la década de 1930 (1930-1931 y 1933-1934),
durante los cuales llevó a cabo la famosa Expedición Scarritt a la
Patagonia de la
Princenton University.
Entre la primera y la segunda expedición,
a partir de 1932 en los EE.UU., la vida de Simpson habría de cambiar de dos
maneras, su primer matrimonio había fallado y posteriormente se habría de casar
con la psicóloga académica Anna Roe. A raíz de ello la experiencia de Simpson
en estadísticas mejoró y se preparó para enfrentar los problemas teóricos de la
biología.
1930
Durante el inicio de este año George Gaylord Simpson (GGS)
tuvo previo contacto epistolar y personal en Septiembre en Buenos Aires con el
director del MACN, Prof. Martín Doello Jurado, Director del MACN con el
objetivo de obtener los permisos necesarios del gobierno argentino para llevar
a cabo la que luego se denominaría la
Primera Expedición
(Scarrit) sudamericana la
Patagonia ", durante la cual investigó
principalmente la geología y la paleontología del Terciario". Sus
contactos con Doello Jurado continuaron en 1933, (a raíz de “la
Segunda expedición
Scarrit”) y en años posteriores: 1935, 1941 y 1946.
Alejandro Federico Bordas y el técnico Alberto da Fonseca
en representación del Museo Argentino acompañaron a Simpson en esta primera
expedición y ganaron gran experiencia de campo.Los trabajos de Bordas
continuaron y con posterioridad siguió colaborando con Simpson.
1931
El asistente de campo Coley Williams regresó con los
fósiles colectados en Patagonia al American Musem of Natural History (AMNH) en mayo de 1931;
en tanto SGG se mantuvo trabajando de mayo a octubre (invierno e inicio de la
primavera), en la colección Ameghino del Museo Argentino de Ciencias
Naturales de Buenos Aires y en la colección de fósiles de Roth del Museo de
Ciencias Naturales de La
Plata , regresando a Nueva York en
octubre.
Para la
Navidad de
1931 envió una tarjeta de felicitaciones a Doello Jurado donde aparece
retratado con Lydia y sus cuatro hijas. Sin embargo ese año, su vida privada se
habría de alterar profundamente por la enfermedad de su esposa, por lo
que en Diciembre, inicia la separación legal de Lydia que recién finaliza en 1938..
Tarjeta de Navidad envíada por George Gaylord Simpson, junto con esposa, Lydia Pedroja y sus cuatro hijas, al Director del Museo Nacional, Prof. Martín Doello Jurado en Diciembre de 1931.
1932
En Febrero de 1932, GGS formalmente se separa de
ella, recibiendo la custodia de Helen (9 años), en tanto su segunda hija,
Patricia Gaylord - "Gay" (6) – pasa a vivir con sus abuelos
maternos en Kansas, y Lydia retiene la custodia de dos hijas menores, Joan (5)
y Elizabeth (4), las que pasan a custodia de los abuelos maternos cuando su
madre Lydia es internada en una clínica neurológica.
Quien va a convertirse en su segunda esposa, Anne Cecil
Broyler (amiga de la juventud de la ciudad de Denver) se separa de su esposo en
Octubre y ambos, GGS y Anne, pasan a vivir en un departamentito de
Greenwich Village y recién se casan legalmente en 1938.
1933-1934
Trabaja principalmente con los fósiles de mamíferos
sudamericanos y también escribe la primera versión de sus notas autobiográficas
en las que comenta, "En 7/5/33, había publicado 94 artículos y
memorias, por un total de casi 2000 páginas.
También escribe un libro sobre las memorias de
su recientemente fallecido mentor de W. D. Matthew que recién se publicó
póstumamente en 1986.
En Octubre llega a Buenos Aires para iniciar la
segunda expedición Scarritt donde continuará con su estudio de la geología y la
paleontología del Terciario temprano de Patagonia.
G. G. Simpson en un paraje desconocido, durante un alto de su IIa. Expedición a la Patagonia
G. G. Simpson en un paraje desconocido, durante un alto de su IIa. Expedición a la Patagonia
Contactos con paleontólogos argentinos
George Gaylord Simpson también estuvo
en Mar del Plata y colectó a lo largo de la costa marina en la región Chapadmalal
– Miramar entre Punta Mogotes y Punta Hermengo (al SO de Mar del Plata) con el
auspicio del Museo Municipal de Ciencias Naturales y Tradicional de Mar del Plata.
G. G. Simpson mas entrado en años en
el Museo de Mar del Plata revisando
ejemplares de Pterodaustro. (Foto cortesía de Carlos
Quintana, Mar del Plata) (Posiblemente durante su 3a. visita a la Argentina, antes de su fallecimiento en 1985.)
Los resultados de su
investigación se publicaron en la obra “The Argyrolagidae, Extinct South American Marsupials "(1970) que contó mucho años después con la colaboración desinteresada del Dr. Osvaldo
Reig, mas datos y fotos suministradas por Carlos Rusconi.
Los contactos de G. G. Simpson con paleontólogos y biógos argentinos
Como consecuencia de su visita al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Buenos Aires y por el prestigio que habría de alcanzar luego al describir los fósiles recolectados durante sus dos extensas expediciones, Simpson se hizo mas conocido y mantuvo posteriormente numerosos contactos epistolares con casi todos los paleontólogos argentinos de prestigio y con numerosos otros de Brasil y de Latinoamérica.
A lo largo de las décadas tuvo contacto con casi todos los
paleontólogos del Museo Argentino de Ciencias Naturales, especialmente con el
Profesor Alejandro F. Bordas, que participó con él en la Primera Expedición
Scarritt, y con quien mantuvo un intenso contacto epistolar (50 correos) durante el
período 1932-1955.
Próxima a comenzar la década de 1950, en el Museo
Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, al retirarse Alejandro
Federico Bordas y comienzan sus actividades Jorge Lucas Kraglievich (1928-†?),
el hijo de Lucas, con el que Simpson tuvo un contacto tardío en 1956, y
Osvaldo Alfredo Reig (1929-1992). ****
Es importante destacar que Simpson mantuvo contacto con los
dos más reconocidos paleontólogos argentinos: Osvaldo Reig, quien se desempeñó
por un breve período como adscrito honorario del MACN. Sus contactos
epistolares con él se remontan a los años: 1950, 57, 59-63, 65-74, 76-79, 82,
y posteriormente con el Dr. José F. Bonaparte en 1957, y del
año 1972
a 1984.
De acuerdo a lo que relata Mario Bunge, Osvaldo Reig
conoció personalmente a G. G. Simpson. El filósofo recuerda que el golpe
militar de 1966 en Argentina lo sorprendió a Reig estando en Harvard,
donde estaba estudiando fósiles de la colección, en ese entonces cuando Bunge
fue a visitar a Reig, éste le presentó a dos grandes: George Gaylord Simpson, a
quien describe como “eminente paleontólogo enamorado de la Patagonia ,
y a Ernst Mayr, uno de los arquitectos de la teoría sintética de la
evolución y gran aficionado a la biofilosofía”.
Retornando al Museo Argentino, Noemí Violeta Cattoi (1911-1965)
***** que desde fines de la década de 1930 estaba integrada a la entonces
Sección Paleozoología (Vertebrados), se hizo cargo a comienzos de 1960 de la
jefatura de la
División Paleozoología (Vertebrados).
Con ella tuvo contacto en 1945/6, 1960, 1962/4.
También concurría a la
División Paleozoología del
Museo Argentino, el Prof. Guillermo del Corro, quien producido el fallecimiento de Cattoi
se hace cargo de la misma y mantiene contactos con Simpson en 1970/71.
Con el especialista Ángel Cabrera del Museo de La
Plata (32 correos)
entre 1931 y 1954, y con el Dr. Rosendo Pascual (2 correos) en 1957 y 1984.
También se carteó con el paleontólogo marplatense, Galileo J.
Scaglia (1877-1954).
La era post Kraglievich en el Museo
Según afirman algunos autores, la revolución militar de
Uriburu de 1930 dejó su impronta en la paleontología argentina, ya que
Kraglievich, Rusconi, Parodi y Castellanos fueron removidos o renunciaron al staff del Museo
de Buenos Aires y procuraron establecerse en las provincias. En realidad, tal
como se puede leer en “ L a
Rebelión de los paleontólogos de
la calle Perú (partes
I a V)”, todos ellos, con excepción de Parodi (padre), que fue exonerado y luego
reincorporado, presentaron su renuncia al cargo que ocupaban. Alfredo Castellano
era, en ese entonces, un asiduo adscrito honorario.
Es indudable que el
golpe militar del 6 de Septiembre de 1930, que derrocó al Presidente Irigoyen, influyó profundamente en sus vidas y que ello significó el
desmembramiento del grupo de paleontólogos de mayor prestigio científico de
nuestro país en esa década. Los paleontólogos que le siguieron a Kraglievich en
el Museo, no alcanzaron lamentablemente el nivel científico de excelencia que la
disciplina había alcanzado con los hermanos Ameghino y con Lucas Kraglievich y
su equipo.
Justo cuando G. G. Simpson llegó a la nuestro país en
Septiembre de 1930, Doello Jurado comenzaba a enfrentar la denominada “Rebelión
de los paleontólogos de la calle Perú” encabezados por Lucas Kraglievich,
quien junto con sus colegas le escribieron una nota acusatoria al Ministro de
Instrucción Pública Provisional de la
Nación el 27/10/1030.
Como consecuencia del golpe de estado del 6/9/1930, los
trámites de los paleontólogos nortemaericanos para obtener
permiso de explorar los terrenos patagónicos, y embarcarse en un petrolero de YPF diligenciados por
Doello Jurado ante sus superiores, se vieron demorados y recién pudo embarcarse
el 24/9/1030 rumbo a Comodoro Rivadavia en el buque tanque de YPF,“Ministro
Frers” (Simpson, 1934).
Los que salieron beneficiados al renunciar Kraglievich
Los que salieron beneficiados al renunciar Kraglievich
Quienes mejor retratan el período que le siguió a la
renuncia de Lucas Kraglievich en el Museo Nacional son Parodiz y Balech
(1992) que describen los acontecimientos de la siguiente manera:
“De la frustrada rebelión los que salieron triunfantes
en mayor grado (aparte de Doello Jurado, por supuesto) fueron el paleontólogo
Alejandro Bordas, el jefe de Mastozoología, José Yepes, que parecía estar en
todas partes y el arqueólogo Eduardo Casanova.
En Paleontología comenzó una era de reemplazo de la
Kraglievich. Alejandro Bordas,
nuevo jefe de paleontología, reorganizó la sección, con la ayuda de la
Dra. Noemí Cattoi.
Paleontología pronto salió de Perú* y se instaló donde
ahora está, en el subsuelo del cuerpo central del nuevo edificio. Ellos
ordenaron lo de la colección Ameghino que todavía quedaba guardado en grandes
cajones**.
Además a Bordas, en esos momentos le vino de anillo al dedo
la expedición Scarritt de Gaylord Simpson, que aclaró errores y terminó
con la estratigrafía de Kraglievich.
En esa época Simpson no había aun alcanzado la cumbre, pero
ya era un especialista de mucho prestigio, y en su colaboración, Bordas aumentó
el suyo; él y Alberto da Fonseca viajaron con “Sinson” (como decía Bordas) a la
Patagonia. Simpson dejó
en el Museo unos gastrópodos terrestres del Eoceno para que Doello Jurado los
estudiara, pero éste nunca se hizo tiempo y, finalmente, los estudié y publiqué
en 1946.
En su relato del viaje a Patagonia el norteamericano cuenta
su experiencia personal con la revolución de Uriburu*** y su corridas por la
avenida de Mayo, relato donde no dejó de meter algún pintoresquismo
desubicado como cuando pone en boca de la gente sonoros “Olé”!!!....” (1)
Notas
* La
Sección de
Paleontología fue una de las últimas en salir del viejo edificio de la calle
Perú hacia 1940.
**** En 1948 Reig se instala en un
centro del interior, el Museo de Ciencias Naturales y Tradicional de Mar del
Plata, que sobre la base de la colección realizada por Lorenzo Scaglia
(1877-1954) y bajo la dirección de su hijo Galileo Juan Scaglia (1915-1989), se
constituye en “...lo fundamental del impulso que recibió nuestra disciplina en
los últimos años.”
(1) En el libro de Simpson, "Attending Marvels" no hemos podido encontrar ninguna referencia al sonoro "Olé".
Bibliografía
Parodiz, J. J. y E. Balech, 1922. El Museo Argentino de
Ciencias Naturales “B. Rivadavia” en pantuflas. Edición Mimeografiada: 91 pp.
Buenos Aires.
Simpson,G. G. 1934. Attending
marvels, a patagonian journal. New York: MacMillan Pub. Co.: 289 pp.
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