El famoso paleontólogo George Gaylord Simpson, graduado en
Yale en 1926, participó en numerosas expediciones, pero las que son de mas
interés para los lectores argentinos son las que realizó en nuestro territorio
para estudiar los mamíferos del Eoceno.
Durante estas expediciones (1930-1931 y 1933-1934) Simpson
recorrió numerosas localidades de la
Patagonia y
llevó a los EE.UU. fósiles de los mamíferos más antiguos descubiertos hasta ese
momento. Eran extremadamente raros y pequeños. Sus colecciones incluyeron
no sólo mamíferos fósiles, sino que también reptiles, aves y peces, incluida
una serpiente fósil gigante, que resulto ser un nuevo género y especie, una de
las mas grandes a ser descubiertas en el mundo.
El 8 de agosto de 1930, Simpson y Williams se
embarcaron en el puerto de Nueva York en el “S.S. Western World” (un barco de
pasajeros), con rumbo a Buenos Aires. Los trámites de autorización para la
exploración los terrenos patagónicos, se vieron demorados porque fueron
sorprendidos por el golpe de estado del 6 de septiembre que terminó con la
presidencia de Hipólito Irigoyen.
En esa época poco se sabía de la historia temprana de
los mamíferos y la falta de información sobre mamíferos sudamericanos
constituía una brecha inusualmente grande.
La descripción e interpretación de los resultados de
Simpson en la
Patagonia se estableció en su obra
clásica “El comienzo de la era de los mamíferos de América del Sur”
(Vol. I, 1948; Vol. II, 1967).
Supuso que América del Sur se había aislado de la
inmigración animal poco después del origen de los mamíferos en el Mesozoico
tardío (Edad de los Reptiles) y permaneció así durante la mayor parte de la
historia de los mamíferos (El Cenozoico comenzó hace aproximadamente 60
millones de años).
Durante este tiempo de aislamiento, sin embargo, América
del Sur recibió una cuota de mamíferos de otro continente.
Un grupo de primates y roedores, de manera que Simpson fue
incapaz de explicar, colonizó América del Sur y floreció hacia la mitad de la
Era de los Mamíferos.
Luego, en los últimos tiempos (geológicamente hablando, en
los últimos millones de años) con el origen de un puente terrestre entre Norte
y Sur América, el continente del sur recibieron una oleada de invasores del
norte y experimentó un gran aumento en la diversidad de mamíferos. Durante
la primera expedición (1930-31) la
Expedición patagónica Scarritt colectó
aproximadamente 2.000 fósiles en total, alrededor de 1500 de los cuales
eran de mamíferos fósiles de las formaciones Santa Cruz. De ellos, más de
1.000 son de los yacimientos Notostylops, que son los más
antiguos en contener mamíferos fósiles en América del Sur. Entre ellos colectó
una serpiente gigante fósil, así como cerca de 30 especies de aves. El área
explorada fue de unos 15.000
kilómetros cuadrados abarcando 17 localidades.
George Gaylord Simpson (con boina) en la Patagonia con un chulengo (1930).
Bibliografía
Simpson,
G. G. 1948b. The work of the Ameghinos. In “The Beginning of the Age of Mammals
in South America”. Bulletin of the American Museum of Natural
History, New York, Vol. 91, art. 1: 19-26 (Traducción por H. H. Camacho “La
Obra de los Ameghino”, Revista de la
Asociación Geológica Argentina
IX, 1953: 75-88).
La curiosidad de Simpson por los mamíferos extintos
fue más allá de lo que se sabía, en aquél entonces sobre los mamíferos de
América del Norte, y en la década de 1930 que se caracterizó por ser un
período de magras finanzas, dirigió con el generoso apoyo financiero del
graduado de Yale en 1915 y banquero Horace Scarritt, dos grandes
expediciones paleontológicas a la
Patagonia , la primera durante 7 meses de
1930-1931 y la segunda en 1933-1934. Junto
con él participó un joven colega Coleman Williams (con la ayuda de numerosos
argentinos) y ambos pasaron interminables horas en museos locales y
colectando en las áridas regiones de la
Patagonia.
El propósito fue caracterizar la historia de la evolución
de mamíferos sudamericanos en aislamiento del resto del mundo, acerca de ellas
se refiere en su diario de viaje de estas expediciones, Attending Marvels (1934), que ha sido leído por mucha gente y
varias veces reimpreso.
Carlos Ameghino había efectuado un total de 15 campañas a diferentes lugares de Chubut y Santa Cruz entre 1887 y 1903 , durante los cuales descubrió los yacimientos fosilíferos, que, aun hoy, siguen siendo estudiados.
Carlos Ameghino había efectuado un total de 15 campañas a diferentes lugares de Chubut y Santa Cruz entre 1887 y 1903 , durante los cuales descubrió los yacimientos fosilíferos, que, aun hoy, siguen siendo estudiados.
Por iniciativa del Perito F. P Moreno, cuando éste ya era legislador nacional, se sancionó una ley por
medio de la cual la colección de fósiles y libros de Florentino Ameghino, en
poder de Carlos Ameghino fue adquirida por el estado nacional hacia finales de la
década del 20 incorporada la colección del museo,
por lo que, cuando Simpson llegó a Buenos Aires, la misma estuvo a su
disposición.
Durante sus
dos expediciones Scarritt a la Patagonia , Simpson los visitó y recién en 1948
publicó sus resultados, procediendo a reducir considerablemente el número de
taxones que originariamente habían descripto Florentino Ameghino. Hay autores que opinan que, en tanto
Florentino Ameghino habría sobreestimado la cantidad de taxones sin considerar
la variación intraespecífica ,G. G..Simpson pudo haber reducido en demasía la
cantidad de taxones.
Su investigación en Patagonia descubrió destacados
depósitos de fósiles que fueron excavados con gran éxito y, años mas tarde,
condujo a numerosas publicaciones científicas que han sido reseñadas en
una extensa revisión sistemática, Beginning of the Age of Mammals in South
America (1948) (El inicio
de la era de los mamíferos de América del Sur (1948), publicado en dos partes a lo largo de
dos décadas (la 2ª. parte apareció en 1967).
Su trabajo de campo en la
Patagonia lo llevó a desarrollar
un interés profundo de por vida en los pingüinos, con una serie paralela
de publicaciones sobre los fósiles de pingüinos y su evolución.
Las expediciones Scarritt
Los problemas biogeográficos eran desconcertantes. La
pregunta que permanecía sin respuesta era: ¿Por qué las faunas del H. norte y
del H. sur se habían mantenidos sin mezclarse, y sólo había comenzado en
el Eoceno, primero como un hilo y luego en oleadas sucesivas?
La extraordinaria originalidad de la vida antigua en la
Patagonia deriva
del hecho que la presente conexión terrestre del Itsmo de Panamá, entre ambos
hemisferios, es geológicamente algo reciente.
Al inicio de la edad de los mamíferos Sur América se
separó del resto del mundo y se convirtió en un continente isla. Las criaturas
que lo poblaron, quedaron desconectadas del resto y algunas de ellas, se
convirtieron en formas bizarras, cuyos fósiles Simpson procuraría encontrar.
En una época geológica mas reciente el Istmo de Panamá se
elevó y se convirtió en un puente terrestre entre ambos continentes. Muchos
mamíferos, como los félidos, perros, osos, mastodontes, caballos, camélidos
y pecaríes cruzaron dicho puente. Muchos de esos animales
sobrevivieron en ambos continentes, aunque a veces bajo formas diferentes y
muchos de los que pasaron de América del Norte al Sur, solo sobrevivieron en el
sur.
Había muchos interrogantes científicos para ser resueltos
en las dos expediciones que se avecinaban. Para Simpson, tanto Carlos como
Florentino Ameghino eran dos grandes entusiastas y patriotas argentinos,
que habían afirmado que el material que habían encontrado (y que erróneamente
habían datado como más antiguos de lo que eran) demostraban que los antiguos
yacimientos de América del Sur contenían el origen de la evolución
de los mamíferos. Los paralelismos y divergencias evolutivas entre los
mamíferos que habían evolucionado por separado en el sur de América, América
del Norte, Europa y pedían a gritos un análisis crítico.
La riqueza del material colectado durante su transcurso hizo que el estudio de las colecciones efectuadas ocupara, una gran parte de la década de 1930 del trabajo de G. G. Simpson .
La riqueza del material colectado durante su transcurso hizo que el estudio de las colecciones efectuadas ocupara, una gran parte de la década de 1930 del trabajo de G. G. Simpson
Primera Expedición Scarritt (1930-1931)
Simpson fue un directo observador de los movimientos
golpistas y con asombro y minuciosidad los describió en su libro. Casi un mes
después de su arribo a Buenos Aires (el 24 de septiembre), pudo embarcarse en
el “Ministro Frers”, un buque tanque de YPF, con rumbo a Comodoro Rivadavia. En
su diario de viaje, el 11 de octubre, escribió: “Al fin salimos hacia el
campo!!! Después de más de dos meses de nuestra partida de Nueva York, miles de
millas de viaje, un nuevo mundo, una revolución, semanas de esfuerzo, atrasos y
preparación!!!”
Desde Comodoro Rivadavia salieron en compañía de dos
geólogos de YPF, uno de origen ruso que poco hablaba castellano y nada de
inglés (Alejandro Piatnitzky, 1879-1959) y otro italiano (Ivo Conci,
1901-1951). El contingente se completaba con dos lugareños, Manuel Laurencia de
origen portugués y Justino Hernández, nacido y criado en Patagonia, conformando
una extraña mezcla de personalidades y de idiomas.
A partir de Octubre 1930 se desplazó por la
Patagonia , que era un rico campo de
mamíferos fósiles de la primera época Cenozoica (la
Era de los Mamíferos).
Durante casi dos meses (hasta el 2 de diciembre)
prospectaron en la región del Lago Colhué Huapi, recolectando gran cantidad de
fósiles de distintas antigüedades en la famosa “Gran Barranca Sur”. Después de
una corta excursión de ocho días, al flanco Oeste de la
Sierra de San Bernardo, se dirigieron
hacia el Norte y establecieron un campamento base la localidad de Cañadón Vaca
(al Noreste del Lago Colhué Huapi). En esta área trabajaron hasta mediados de
febrero y luego, entre el 18 de este mes y el 22 de marzo, prospectaron el área
de Cañadón Hondo (ubicada al Sur del Río Chico), donde recolectaron los que,
para ese entonces, eran los mamíferos más antiguos de América del Sur.
Sólo dos semanas trabajaron en Cabeza Blanca, una
extraordinaria localidad fosilífera que se había hecho conocida en todo el
mundo por el éxito logrado por la expedición norteamericana de 1911 del Amherst
College, liderada por Frederick Loomis. El siguiente destino fue el área del
Golfo San Jorge donde relevaron el área entre Puerto Visser y Bahía Bustamante
y finalmente bajaron por la costa, hasta la localidad de Puerto Deseado, ya en
la provincia de Santa Cruz. El 23 de abril, retornaron a Comodoro Rivadavia,
embarcaron los numerosos cajones repletos de fósiles, con rumbo a Buenos Aires
y volvieron por tierra, arribando a la ciudad de La
Plata , unos veinte días después.
En su obra “El comienzo de la era de los
mamíferos…..” Simpson habló del hallazgo de tres grupos de
mamíferos en los estratos más bajos (Ungulados y marsupiales, desdentados).
George Gaylord Simpson (con boina) en la Patagonia con un chulengo (1930).
Etapa a partir de Mayo 1931
Coley Williams, retornó a Nueva York con los fósiles en el
buque de pasajeros “S.S. American Legion” y trabajó dos años en la limpieza y
restauración de los centenares de restos recolectados.
A la vuelta de su primera expedición, entre Mayo y octubre
de 1931 (hasta el 10 de octubre), Simpson se quedó en Buenos Aires
estudiando “la colección Ameghino” en el Museo Argentino de
Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” de la ciudad de Buenos Aires
y “la colección Roth” en el Museo de la Plata.
Segunda Expedición Scarritt (1933-1934)
El 9 de septiembre de 1933, Simpson y Williams se
embarcaron en el puerto de Nueva York, pero en esta oportunidad el trayecto fue
diferente al del primer viaje. Por el canal de Panamá pasaron al Océano
Pacífico y por la costa occidental de América del Sur llegaron a Valparaíso
(Chile). De allí, por tren se trasladaron hasta Santiago y por vía aérea
arribaron finalmente a Buenos Aires.
Luego de dos semanas de trámites, el 10 de octubre
partieron en camión hacia las lejanas y ansiadas tierras patagónicas. Primero
visitaron niveles cretácicos del Sureste de Neuquén y después de 15 días de
trabajo se dirigieron, bordeando el Río Chubut, arribaron a la ciudad de
Trelew, donde había acordado encontrarse con Alejandro Bordas .Durante el resto
de la expedición se cooperó en esta región con el Prof. Alejandro Federico
Bordas, en representación del Museo Argentino de Ciencias Naturales, Buenos
Aires, quien los acompañó mientras estaban trabajando allí y continuó su
trabajo después de que el equipo de EE.UU. retornara a su país Las
colecciones y datos de Bordas habrían luego de corroborar los de Simpson.
En la primera etapa se dedicaron a explorar los alrededores
de Trelew y de la colonia galesa de Gaiman, luego de remontar el Río Chubut,
trabajaron en la zona de Paso de Indios y, por último, se dirigieron hacia una
zona, para ese entonces aún no mapeada, del centro de la provincia de Chubut.
El gran esfuerzo puesto en la búsqueda de fósiles tuvo su gran recompensa el 5
de diciembre, cuando recorriendo un gran anfiteatro natural, conocido
localmente como “la
Rinconada de los López”, vieron “el
suelo literalmente pavimentado con fósiles”. Este sitio, al que denominaron
“Scarritt Pocket”, terminó siendo el mayor éxito de esta segunda expedición y
en él recolectaron una gran cantidad de restos de mamíferos deseadenses. En el
lugar trabajaron dos meses (hasta el 4 de febrero de 1934) y luego visitaron
algunas localidades prospectadas en la primera expedición, para reinterpretar
la estratigrafía y confirmar algunos datos de campo. A fines de este mes
arribaron a Comodoro Rivadavia, y embarcaron los fósiles en un buque petrolero.
Simpson y Williams retornaron por tierra a Buenos Aires, por la misma ruta que
habían hecho en 1931.
Entre las dos expediciones Scarritt, se recorrieron en el
campo, por caminos casi intransitables, cerca de 20.000
km , se prospectaron algo más de 75.000 Km2, se
describieron veinticinco localidades fosilíferas, se levantaron 54 perfiles
geológicos de detalle y se realizaron interpretaciones de estratigrafía
regional. Desde el punto de vista paleontológico se recolectaron centenares de
fósiles y si bien, la mayoría corresponden a mamíferos, también hay muchos
restos de peces, anuros, cocodrilos, tortugas, serpientes y aves. Todos estos
restos en la actualidad se encuentran depositados en la colección de
Paleontología de Vertebrados del AMNH de Nueva York.
1935
Un año después George Simpson trabajaba en el Museo
Americano de Historia Natural, tenía treinta y tres años, y ya estaba
establecido como un erudito y científico, debido en gran parte a sus dos
obras monumentales sobre los mamíferos del Mesozoico de los Estados Unidos (su
tesis de doctorado en Yale) y de Europa, a partir de las colecciones de
historia natural del Museo Británico. Entre 1925 y 1935 se había publicado unos
sesenta artículos científicos, algunos bastante extensos e importantes.
En 1948 Simpson hizo una revisión del trabajo
paleontológico de ambos hermanos Ameghino (Simpson, 1948 b), . y
con respecto a la obra de Ameghino,
dijo "uno de los más notables logros en la historia
de la ciencia".
"Attending Marvels : A Patagonian journal" donde describe sus vivencias de los dos viajes a la Patagonia y la revolución de 1930.
Década de 1970
1984.
"Attending Marvels : A Patagonian journal" donde describe sus vivencias de los dos viajes a la Patagonia y la revolución de 1930.
Década de 1970
En
los años 70 realizó tres viajes a la Antártida (Enero-Febrero, 1970; Enero, 1971; Diciembre, 1972 (pasa Navidad en las Malvinas) para estudiar y observar pinguinos. Informó sobre sus experiencias en el libro Penguins:
Past and Present, Here and There (1976). En uno de esos viajes Simpson
pasó una vez mas por Buenos Aires, rumbo a la Antártida en un navío de
la National Sciences
Foundation.
1984.
Estuvo en nuestro país por tercera vez y visitó el MACN donde pronunció una conferencia sobre su especialidad , y discutió los descubrimientos recientes del Dr. José Bonaparte, que estaba investigando nuevas especies y géneros de dinosaurios en nuestro museo desde 1982. Fallece de neumonía en Octubre de ese año.
Bibliografía
Simpson,G.G.
1934. Attending Marvels, a Patagonian Journal.Time-Life books: 289 pp, New York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario